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¿Qué es la córnea?

La córnea es una estructura ocular compleja responsable de las tres cuartas partes del poder óptico del ojo, aproximadamente. Es transparente y está ausente de vasos sanguíneos. Es el tejido con más densidad de inervación de todo el cuerpo.

Gracias a las características de la córnea, esta tiene dos funciones fundamentales: dejar transmitir la luz, y mediante la refracción, focalizar los rayos en el fondo del ojo y la de proteger las estructuras intraoculares.

Enfermedades habituales de la córnea

Queratitis: es la inflamación de la córnea, que puede tener diferente causa. Esta puede ser de origen infecciosa, por bacterias, hongos, diferentes tipos de herpes… o de origen mecánico, tras un traumatismo o la presencia de algún cuerpo extraño. Los síntomas son dolor intenso, molestia de la luz, irritación, ojo rojo, entre otros.

Úlcera: lesión que se encuentra habitualmente en la capa más exterior de la córnea. Si no se tratan a tiempo pueden provocar secuelas graves. Esta puede estar provocada por una infección ocular, abrasiones, por tener el ojo muy seco u otros trastornos oculares.

Distrofias: trastornos que provocan la pérdida de transparencia corneal, generalmente de ambos ojos, siendo en la mayoría de casos, determinados genéticamente y no presentan inflamación. En algunas ocasiones, pueden estar asociadas a otras patologías, como el glaucoma.

Queratocono (ectasia corneal): es una patología progresiva donde la córnea adquiere una forma cónica, presentando un adelgazamiento del estroma y protrusión. Los dos ojos presentan la afectación en la mayoría de los casos. Suele presentarse durante la pubertad, con afectación de un ojo con miopía progresiva y astigmatismo. Posteriormente, se desarrolla en el otro ojo en la mitad de los afectados. Es importante evitar flotar los ojos. La compensación óptica puede ser con gafas o lentes de contacto blandas en grados leves, necesitándose para mayores grados lentes de contacto rígidas.

Ojo seco: el ojo seco afectará a bastantes de las estructuras oculares, pero sin duda la córnea será una de ellas, ya que la lágrima le proporcionará el oxígeno que necesita, así como una superficie óptica lisa y protegerá a la córnea de agentes externos. Si este equilibrio se pierde, la córnea se podrá ver afectada, presentando erosiones puntiformes, hebras de moco, e infrecuentemente neovascularización superficial periférica, desestructuración epitelial, lisis estromal, perforación y queratitis bacteriana.

Pterigium: es un crecimiento fibrovascular subepitelial sobre el limbo conjuntival, pero puede aumentar hasta la córnea. La causa parece estar relacionada con la exposición a radiación ultravioleta y la sequedad superficial crónica.

Prevención de las enfermedades de la córnea

Dependiendo de la causa que provoque la afectación corneal, se podrá evitar en cierta medida o no. Algunos de los consejos para poder evitar ciertas enfermedades son:

  • Mantener la superficie ocular húmeda: evitar lugares con demasiada calefacción, aires acondicionados y la utilización excesiva de dispositivos electrónicos (que además disminuyen la frecuencia del parpadeo). Como ya se ha explicado, la lágrima juega un papel fundamental en la protección de la superficie ocular.
  • Utilizar medidas de protección en medios de trabajo u ocio: muy importante para evitar traumatismos.
  • Utilizar gafas con protección solar: cada vez que se exponga en lugares soleados, es importante proteger nuestra superficie ocular de la radiación ultravioleta y del viento.
  • Evitar la exposición a alérgenos que puedan provocar la irritación ocular
  • Tratar la blefaritis mediante una correcta higiene palpebral.