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Si tienes hipertensión arterial o arterioesclerosis es hora de empezar a cuidarte, porque los factores de riesgo cardiovascular también pueden afectar a tus ojos.

¿Qué es el infarto ocular?

Mucha gente se preguntará pero, ¿realmente se puede tener un infarto en el ojo? La respuesta es sí.

Se conoce como infarto ocular y es una obstrucción total o parcial de alguna de las arterias o venas de la retina. Generalmente se produce cuando un pequeño émbolo llega a la arteria central de la retina y, en algún punto del fino entramado cardiovascular retiniano, obstruye el paso de la sangre.

En función del tipo de infarto ocular, la sintomatología puede variar levemente. Sin embargo, el síntoma más común que describen los pacientes con infarto ocular es la pérdida repentina de la visión en un único ojo. La perdida visual puede ir acompañada de otros síntomas como machas fijas, dolor intenso (poco frecuente),

¿Qué tipos de infarto ocular existen?

Obstrucción de la arteria central de la retina

Como su nombre indica, se produce cuando la arteria central de la retina se obstruye, generalmente por un émbolo que proviene del torrente sanguíneo. Este tipo de infarto es el más grave, ya que afecta a la arteria principal que se encarga de aportar los nutrientes a la retina.

El paciente no siente dolor, pero nota una pérdida visual total de forma brusca.

La rápida actuación del oftalmólogo tras la aparición de una obstrucción de la arteria central puede ser vital para la recuperación visual. Mediante masajes, se intenta liberar el taponamiento desplazando el émbolo. Sin embargo, los resultados no siempre son los esperados y pueden quedar secuelas permanentes. Si la obstrucción persiste más de 1 hora, las probabilidades de recuperar la visión son casi nulas.

Trombosis de la vena central de la retina

En este caso, hay una obstrucción total o parcial (trombo) en alguna de las venas de la retina, impidiendo el drenaje vascular. El trombo dilata las venas de la retina y favorece la aparición de hemorragias retinianas, así como la aparición de edema macular.

En función de la vena afectada, la sintomatología ocular puede ser mayor o menor. En el caso de la trombosis en la vena central de la retina (caso más grave), el paciente manifestará una disminución de su agudeza visual que puede estar combinada con escotomas (zonas fijas sin visión).

El trombo es muy difícil de disolver, por tanto, el tratamiento en estos casos busca minimizar los efectos secundarios del infarto como el edema macular asociado o la neovascularización en las zonas isquémicas de la retina.

Neuropatía óptica isquémica anterior

En este caso se produce una falta de riego en la zona de entrada del nervio óptico en el ojo.

La mayoría de las veces se produce por una disminución transitoria de la tensión arterial en pacientes predisponentes a esta condición, por lo que no existe un tratamiento específico. Sin embargo, también puede inducirse por la arteritis de las células gigantes, en cuyo caso sí que se requiere un tratamiento urgente.

El paciente percibe una pérdida visual poco definida o limitada en alguna zona del campo visual (normalmente superior o inferior) que puede mejorar lentamente con el tiempo.

¿Qué provoca el infarto en el ojo?

Como te indicábamos al principio, las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial o la arterioescleretis pueden favorecer la aparición de esta patología. Sin embargo, no son las únicas. Otras patologías inflamatorias, los problemas de coagulación o el glaucoma no controlado (caracterizado por presentar una presión intraocular elevada) también pueden favorecer el infarto ocular.

¿Cómo puedo evitarlo?

Evitarlo puede ser fácil siguiendo unos pequeños consejos. No fumes, mantén una alimentación equilibrada, e intenta realizar un poco de actividad física con regularidad para mantenerte en forma. Reducir los riesgos cardiovasculares te ayudará a mejorar tu salud general, pero también protegerá tu salud ocular.

No obstante, la mejor manera de evitar ésta, y muchas otras enfermedades, es acudir con regularidad al oftalmólogo, quien te ayudará a mantener tus ojos sanos.