Contenido de este artículo
- ¿Qué es la conjuntivitis neonatal?
- ¿Cuáles son los signos y síntomas de la conjuntivitis?
- ¿Cuál es la causa de la conjuntivitis?
- ¿Cuáles son los tratamientos de la conjuntivitis en recién nacidos?
- ¿Existen otras precauciones que debo tomar para proteger a mi bebé recién nacido?
¿Qué es la conjuntivitis neonatal?
La conjuntivitis neonatal es una inflamación de la conjuntiva, que constituye la parte blanca del ojo, y que recubre también el interior de los parpados, antes de los 28 días de vida.
Ha sido un problema de salud importante durante siglos. En la mayoría de los casos, la conjuntivitis es una enfermedad leve que se cura por sí sola. Sin embargo, puede ser grave en el recién nacido si es causada por una infección de transmisión sexual.
En países desarrollados, la menor prevalencia de enfermedades de transmisión sexual, la realización de pruebas rutinarias en mujeres embarazadas y la profilaxis ocular al nacimiento han permitido disminuir de forma muy significativa el riesgo para los bebés de desarrollar una conjuntivitis neonatal.
Un bebé con signos de conjuntivitis tiene que ser examinado cuanto antes por su pediatra o un oftalmólogo ya que según sus causas la conjuntivitis puede tener consecuencias graves para la visión futura del bebé.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la conjuntivitis?
En los recién nacidos con conjuntivitis, la parte blanca del ojo es rosada o roja. Otros síntomas que se pueden observar son:
Estos síntomas pueden aparecer entre 1 día y 2 semanas después de su nacimiento.
¿Cuál es la causa de la conjuntivitis?
La conjuntivitis en bebés puede tener varias causas. Puede ser causada por:
Un diagnóstico diferencial de la conjuntivitis del recién nacido es la obstrucción de los conductos lagrimales. Provoca en los recién nacidos epífora (lagrimeo continuo) que puede ir acompañado de secreciones mucosas o purulentas. El ojo está blanco y los síntomas aparecen en las primeras semanas de vida del bebé.
¿Cuáles son los tratamientos de la conjuntivitis en recién nacidos?
El tratamiento de la conjuntivitis del recién nacido depende de su causa.
Lo primero que debemos hacer cuando observamos síntomas, leves o más graves, de conjuntivitis es acudir al pediatra o al oftalmólogo para que nos indique si un tratamiento es necesario. Un bebé con signos de conjuntivitis tiene que ser examinado cuanto antes por su pediatra o un oftalmólogo ya que según sus causas la conjuntivitis puede tener consecuencias graves para la visión futura del bebé.
El diagnóstico del profesional es lo primero.
Se basa en la presencia de secreciones y la hiperemia conjuntival (el grado de enrojecimiento del ojo). Los pediatras suelen derivar a un servicio de oftalmología ya que no solo se tiene que realizar una exploración ocular externa sino también una exploración de la córnea con fluoresceína. Se suele mandar a analizar una muestra de exudado conjuntival junto con un frotis faringoamigdalar. Si el bebé presenta, además de estos síntomas, un malestar general se mandarán pruebas sistémicas.
En casos de conjuntivitis química
No se suele mandar ningún tratamiento ya que se resuelve de forma espontánea. Se recomiendan lavados con suero fisiológico y el mantenimiento de una buena higiene.
En el supuesto de una conjuntivitis por Chlamydia trachomatis o por Neisseia gonorrehoeae
Se tiene que empezar el tratamiento en cuanto se confirme que el estudio microbiológico es positivo (en el paciente y en la madre). El tratamiento indicado es a base de antibióticos por vía oral, intramuscular o intravenosa. Se puede realizar varios ciclos de tratamiento en caso de fracaso terapéutico. No se recomienda realizar tratamiento tópico.
En el caso de conjuntivitis causadas por otras bacterias (Streptococcus pneumoniae o Haemophilus influenzae)
Se suele mandar tratamiento vía tópica, como una pomada antibiótica, y a parte un tratamiento sistémico de la infección como un antibiótico vía oral o intravenosa.En todos los casos se recomienda irrigación y limpieza de los ojos con suero fisiológico para limpiar las secreciones hasta su desaparición.
Si la conjuntivitis es la consecuencia del virus del herpes
Hay que tratar con un tratamiento sistémico para el herpes y una pomada en la zona afectada, sobre todo si hay lesiones corneales.
La conjuntivitis del recién nacido provocada por la obstrucción del lagrimal suele resolverse de forma espontánea. Tras su correcto diagnóstico, se mandarán masajes para drenar el saco lagrimal y así evitar el acúmulo de secreciones y posibles complicaciones como es la conjuntivitis. Se recomienda mantener una buena higiene con lavados con suero fisiológico y si es necesario un colirio antibiótico para evitar sobreinfección. La obstrucción del lagrimal suele desaparecer antes de que el niño cumpla su primer año. En el caso de que no sea suficiente y no se resuelva de forma espontánea, se planteará una intervención quirúrgica sencilla y ambulatoria llamada sondaje lagrimal.
¿Existen otras precauciones que debo tomar para proteger a mi bebé recién nacido?
Si padece o ha padecido alguna enfermedad de transmisión sexual lo tiene que comentar con su ginecólogo para que le realice los análisis necesarios para evitar la posible transmisión de esta enfermedad. Lo mismo si ha padecido alguna vez de herpes labial o genital.
Por otra parte, y una vez este el bebé en casa, si un familiar o visitante está resfriado, asegúrese de que se lave las manos antes de tocar a su bebé. Los virus del resfriado y la gripe son a veces responsables de la conjuntivitis. Si es posible, evite que su bebé menor de tres meses de edad tenga contacto con personas con resfriados o gripe.
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