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Qué es OCT y para qué sirve

Hay ocasiones en las que, para diagnosticar una patología ocular, no basta con el examen realizado por el especialista con el oftalmoscopio sino que, además, se requiere de alguna prueba complementaria.

Una de estas pruebas es, precisamente, la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT).

Podemos definir la Tomografía de Coherencia Óptica como una técnica de diagnóstico por imagen, indolora y no invasiva, capaz de brindar al especialista fotografías de alta resolución, tanto de la retina como de sus diferentes capas y, en concreto, de la mácula y del nervio óptico.

Que es la tomografia de coherencia optica

Para ello utiliza luz infrarroja y se basa en el principio óptico de la “interferometría”, es decir, que al dirigirse el rayo de luz hacia el ojo, la luz penetra en sus tejidos y se refleja en la retina.

A su regreso, la luz genera una interferencia que se traduce como una imagen en color que muestra las estructuras intraoculares y toma sus medidas con una profundidad milimétrica.

De hecho, existe un código de colores que determinan el mayor o menor grosor de los tejidos según sean colores de la gama fría (menor grosor) o de la gama cálida (mayor grosor).

Tipos de Diagnósticos en los que se utiliza la Tomografía de Coherencia Óptica

La Tomografía de Coherencia óptica resulta fundamental para el estudio, diagnóstico y control de numerosas patologías de la retina y nervio óptico, entre las que se encuentran las siguientes:

    Mácula

  • Edema macular: el edema macular es el acúmulo de líquido que produce un engrosamiento anormal de la mácula. La Tomografía de Coherencia Óptica puede servir para confirmar el diagnóstico y determinar el daño retiniano en aquellos pacientes en los que el engrosamiento no se detecta con facilidad oftalmoscópicamente.
  • Agujero macular: el agujero macular se produce cuando el humor vítreo, al desprenderse de la mácula, tracciona la zona macular formando un agujero. Es imprescindible realizar una Tomografía de Coherencia Óptica para establecer el grado de afectación de la mácula así como tamaño y forma del agujero.
  • Retina

  • Membrana epirretiniana: La membrana epirretiniana es el crecimiento de tejido sobre la mácula que al contraerse, forma pliegues o arrugas en la misma, con la consiguiente disminución de la agudeza visual. La Tomografía de Coherencia Óptica permite valorar el mejor tratamiento posible así como la evolución del paciente.
  • Distrofias retinianas: La Tomografía de Coherencia Óptica facilita el diagnóstico de las enfermedades de la retina y ayuda a detectar posibles complicaciones.
  • Oclusiones venosas en la retina: La oclusión venosa retiniana es una oclusión de las venas de la retina que provoca un derrame de sangre y fluido en la misma, con presencia de edema macular. La Tomografía de Coherencia Óptica adquiere relevancia para obtener un diagnóstico precoz y determinar las zonas de mayor inflamación.
  • Miopía y DMAE

  • Miopía Magna o Patológica: La Miopía Magna o Patológica responde a un excesivo alargamiento posterior del ojo, con un adelgazamiento de sus paredes que provoca cambios en las estructuras intraoculares. La Tomografía de Coherencia Óptica ayuda a detectar estos cambios, así como alteraciones difíciles de observar con un oftalmoscopio.
  • DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad): Tanto en su variante seca, con la aparición de drusas o depósitos de tejido bajo la retina y la membrana de Bruch y la consecuente pérdida de células retinianas (fotorreceptores) así como en su variante húmeda, con la formación de nuevos vasos sanguíneos bajo la retina que producen hemorragia, la Tomografía de Coherencia Óptica es fundamental para realizar un diagnóstico precoz y evitar posibles complicaciones futuras.
  • Diabetes y glaucoma

  • Retinopatía diabética: Cuando un incorrecto control de la diabetes provoca daños en los vasos sanguíneos de la retina, la Tomografía de Coherencia Óptica puede ayudar a detectar las anomalías y contribuir al diagnóstico lo más precoz posible.
  • Glaucoma: la Tomografía de Coherencia Óptica es asimismo especialmente relevante para el diagnóstico precoz y seguimiento de aquellos supuestos en los que la elevación de la presión intraocular desencadena daños en el nervio óptico.
  • Coriorretinopatía serosa central: la coriorretinopatía serosa central se produce por acúmulo de fluido bajo la mácula, por lo que la Tomografía de Coherencia Óptica se utiliza para localizar el líquido, determinar su cantidad y valorar el tratamiento más adecuado para cada caso en función de los cambios en la mácula.

Realización de la Tomografía de Coherencia Óptica

La Tomografía de Coherencia Óptica es una prueba breve y absolutamente indolora. No requiere de contacto directo con el ojo, por lo que no se aplica anestesia y en principio, ni siquiera es necesario dilatar la pupila aunque en algunos casos, se procede a ello con el simple objeto de obtener imágenes de mayor calidad.

Así pues, el paciente no debe realizar ningún tipo de preparación previa a la prueba, sino que tan solo debe mirar un punto luminoso fijo, en la pantalla del aparato, durante unos minutos.

Al no existir ni contraindicaciones ni efectos secundarios, es una prueba que puede realizarse también en niños.

cómo se ve una OCT

Situaciones en las que la Tomografía de Coherencia Óptica se considera necesaria

Podemos afirmar que la Tomografía de Coherencia Óptica está especialmente indicada para todos aquellos casos en los que, por observarse cambios en la retina, es necesaria una información adicional que ayude a obtener un diagnóstico más preciso y detallado.

Situaciones en las que la Tomografía de Coherencia Óptica se considera necesaria

Con el uso de la Tomografía de Coherencia Óptica se puede realizar una detección temprana de enfermedades que afectan a la retina y al nervio óptico, establecer el tratamiento más adecuado y llevar a cabo un seguimiento de su evolución pues es una técnica que permite detectar cualquier cambio o defecto, por pequeño que sea, en dichas zonas.

De esta forma, es posible obtener una evidencia de la afectación incluso antes de que ésta provoque, finalmente, una pérdida de visión, ya sea parcial o total.