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Fotoqueratitis o Fotoconjuntivitis – qué es

La Fotoqueratitis o Fotoconjuntivitis es una enfermedad ocular que causa un gran dolor y que se presenta ante una exposición de los ojos a rayos ultravioletas (UV), bien sea provenientes del sol o de una fuente artificial. Esta última puede ser causada por el reflejo del sol en la arena, agua, hielo o nieve.

El efecto real que provoca esta enfermedad en el paciente es similar a la de tener una quemadura solar en el ojo, dado que afecta a la capa superficial de la córnea y a la capa transparente, la cual cubre el área blanca del ojo y el interior del párpado. Así, mirar directamente hacia el sol o cualquier aparato que produzca una luz ultravioleta artificial puede desencadenar en esta enfermedad ocular.
A su vez esta exposición solar puede ocasionar daños en la retina o generar una catarata, con una gravedad que dependerá de la radiación acumulada a lo largo de toda la vida.

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¿Pero qué tiene que ver con la ceguera de la nieve?

La ceguera de la nieve o ceguera de la montaña es una variación de la fotoqueratitis mencionada anteriormente, ya que del mismo modo que los rayos ultravioletas se reflejan en la arena y agua hacen lo mismo en el hielo y nieve, y ahí es donde radica su nombre y por lo que se la conoce coloquialmente.

Este tipo de fotoconjuntivitis es causada por la exposición a los rayos ultravioletas que se reflejan en el hielo y la nieve. Es común encontrar a un porcentaje más elevado de lo habitual en personas que habitan en las regiones del Polo Norte y Sur, así como en cualquier región de alta montaña.

Esto es así porque en esas zonas el aire es menos denso, existiendo una reducción en la protección natural que ofrece frente a los rayos ultravioletas.

Cómo tratar la ceguera de la nieve

Si esta enfermedad se presenta es imperiosamente necesario acudir a la consulta de su oftalmólogo de referencia para que pueda emitir un diagnóstico y una evaluación del grado de daño que ha sufrido el ojo, para posteriormente aplicar el tratamiento adecuado.

La fotoqueratitis es una patología ocular que tiene cura; con algunos cuidados y descansando la vista ésta podrá curarse en un periodo mayor o menor de tiempo, el cual variará dependiendo de la intensidad de la exposición que causó este problema.

El hecho de que sea tratable no significa que se le deba restar importancia, dado que en determinadas situaciones puede provocar una pérdida parcial de la vista y un importante dolor de ojos.

Una de las primeras medidas a tomar en el caso de padecer queratitis o fotoconjuntivitis es evitar a toda costa la exposición solar estando en un espacio abierto, intentar permanecer en el interior de la vivienda y colocar un paño frío por encima de los ojos cerrados y utilizar lágrimas artificiales.

Por último, en el caso de que el oftalmólogo lo recomiende puede tomar analgésicos o emplear gotas antibióticas. Si la persona es portadora de lentes de contacto ha de quitárselas lo más pronto posible y no frotarse los ojos durante el tiempo de reposo ocular.

Síntomas

Entre los síntomas que provoca ésta se encuentran: la pérdida temporal de la visión o reducción del campo visual, la irritación de los ojos, escozor, mucha sensibilidad a las luces, lagrimeo, conjuntivitis e irritación.

También es posible incluso experimentar cambios de color en la visión aunque esta situación es menos frecuente. Por lo que si hay señales de algunos de estos síntomas lo mejor es descansar los ojos y evitar forzarlos con el consiguiente empeoramiento de la situación.

Fases

Inicialmente comenzamos a ver peor, como si estuviéramos deslumbrados. En esta fase aún no hay lesión ocular y recomendamos proteger los ojos con las gafas y en caso de no ser posible refugiarnos del sol.

La siguiente fase es la que se conoce como fotofobia, donde la luz nos molesta cada vez más, notamos como si tuviéramos arenilla en los ojos al parpadear. En este estadio ya hay una afectación de la córnea, la queratitis por radiación ultravioleta.

Cuando entramos en la tercera fase, el dolor o escozor de ojos se asocia a una mayor pérdida de visión y es probable que se esté dañando la retina. En esta situación es estrictamente necesario protegerse de la luz, tapar los ojos y acudir a la mayor brevedad posible a un oftalmólogo para que pueda evaluar la situación.

Prevención

Es muy fácil prevenirla si se toman las medidas de protección adecuadas. Una de estas medidas preventivas es el llevar gafas de sol polarizadas ya que estas reflejarán los propios rayos del sol, protegiendo los ojos del contacto directo con las radiaciones ultravioletas.

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También hay que verificar que estas gafas estén cubiertas de igual forma por los laterales, ya que hay algunas que no tienen protección lateral, lo cual deja paso libre a que algunos rayos ultravioletas pudiesen filtrarse y tener contacto con los ojos. Otro aspecto a tener en cuenta es si se usan lentillas, ya que éstas también deben de tener una buena protección contra los rayos ultravioletas.

Hay que hacer especial mención a si la persona padece de ojo seco, en este caso es necesario extremar aún más las medidas de protección y utilizar con mayor frecuencia lágrimas artificiales ya que el frío reseca más los ojos ocasionando inestabilidad en la película lagrimal.

Si padece otros problemas como glaucoma, cataratas u otros trastornos de la retina recomendamos siempre consultar al oftalmólogo porque la radiación UV podría agravar estas patologías.