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¿Qué es la presbicia?

La presbicia o vista cansada es un problema de visión  que se asocia a la edad avanzada. Se va generando lentamente, a lo largo de los años, sin darnos cuenta, pero a partir de  los 45 años todos notamos gran dificultad para ver objetos pequeños si están próximos a nuestros ojos.

Una de las dos lentes de nuestro ojo, el cristalino, tiene la facultad de ser flexible, de cambiar su curvatura constantemente para lograr enfocar las imágenes, los objetos a los que miramos, independientemente de la distancia a la que estén. Podemos ver con nitidez lo que está muy lejos y también  lo que está muy próximo a nuestros ojos. A esta capacidad de enfoque le denominamos acomodación.

A lo largo de los años esta flexibilidad del cristalino se va perdiendo, y a los 45 años, si vemos bien de lejos, ya no podemos leer una novela, ya no podemos coser.  Esta situación es denominamos presbicia o vista cansada.

Primeros síntomas

Al comienzo de la presbicia, el  primer síntoma es no poder leer textos con letras pequeñas, éstas se muestran borrosas, y notamos que si las separamos, si las alejamos de nuestros ojos, conseguimos verlas un poco mejor. Esto ocurre porque cuanto más las alejemos, precisamos menos acomodación y podemos enfocar un poco mejor el texto. Pocos meses después notaremos que si hay poca luz ya no lo vemos ni alejando el texto de nuestros ojos y pronto necesitamos gafas de cerca o gafas de leer. Por estos síntomas, a la presbicia se la conoce también como la enfermedad de “los brazos largos”.

Es cierto que hay personas que leen sin dificultad cualquier texto cercano pasados los 50 años, pero esto no significa que no tengan presbicia, les ocurre porque sufren cierto grado de miopía o de astigmatismo, al menos en un ojo. Si estas personas se corrigen su miopía o astigmatismo con una gafa, inmediatamente notarán que ya no ven de cerca.

Esta miopía puede ocurrir que no la tuvieran de jóvenes, y que sea la consecuencia de que se les está desarrollando una catarata. Esto es muy frecuente, y cuando se produce en personas que ya tenían presbicia,  en la medida que se desarrolla la catarata vuelven a ver de cerca sin gafas.

Lentillas para vista cansada

Aunque las gafas suelen ser el primer tratamiento de la presbicia, algunas personas prefieren llevar la corrección de la presbicia en lentillas. Suelen ser personas que además de presbicia tienen otro defecto refractivo: miopía, hipermetropía o astigmatismo y con las lentillas corrigen los 2 problemas y van sin gafas.

Existen diferentes posibilidades para corregir la presbicia con lentillas:

Monovisión

Se trata de adaptar dos lentillas convencionales, pero diferentes, una para el ojo dominante que genera una buena visión para las objetos alejados, y otra que se coloca en el ojo no dominante, que genera una pequeña miopía y, por lo tanto, está enfocada para los objetos más próximos. Con este sistema es cierto que hay un ojo que ve bien de lejos y mal de cerca y el otro ojo que ve bien de cerca y mal de lejos, pero en la práctica, después de un corto periodo de adaptación, la mayor parte de la gente se adapta bien porque la visión realmente se produce en el cerebro, y allí se mezclan las dos imágenes de forma que ve bien lo de lejos y lo de cerca  y el paciente no sabe si está viendo por un solo ojo o por los dos.

Lentillas bifocales

Estas lentillas son diferentes a las convencionales. Cada lentilla lleva dos graduaciones, una para lejos y otra para cerca. Con este tipo de lentillas cada ojo ve de lejos y ve de cerca. Este tipo de lentillas se fabrican con diferentes materiales blandos y rígidos.

Lentillas multifocales

Actualmente son las más solicitadas. Añaden una ventaja sobre las lentillas bifocales y es que proporcionan visión también para las distancias intermedias.

Ventajas de las lentillas para corregir la presbicia

El resultado estético es el más buscado por los pacientes que quieren lentillas para corregir su presbicia. Son personas que pueden leer sin necesidad de ponerse unas gafas y por otro lado evitan el efecto antiestético de este tipo de gafas que alteran la morfología de los ojos, este tipo de gafas hace que los ojos se vean más grandes de lo normal, y exageran también las arrugas y los defectos de la piel.

Los inconvenientes de este tipo de lentes de contacto para presbicia:

Hay mucha gente que no tolera bien este tipo de lentillas porque su lágrima ya no es buena y tienen algo de ojo seco. Con mas de 45 años de edad esta situación es la habitual. En este tipo de pacientes la lentilla se convierte en un objeto que roza la conjuntiva, que roza la córnea y genera heridas y malestar.

Otro inconveniente es que durante la noche también generan problemas con las luces, ya que se ven halos con distorsión en mayor o menor medida.

Es sabido que el uso de lentillas conlleva un riesgo grave de infección, que cada año afecta a 4 de cada 10.000 usuarios de lentillas. En personas con mas de 45 años este riesgo es aún mayor, porque siempre tienen algo de sequedad ocular y frecuentemente lesiones en la córnea que facilitan la infección. En presencia de heridas en la córnea no se deberían utilizar nunca lentillas de este tipo.

Es evidente que hay que extremar la higiene cuando se utilizan estas lentillas, pero eso no nos asegura que no podamos tener un problema infeccioso grave .

Operación de presbicia

Según el defecto refractivo del paciente se recomendarán diferentes tipos de intervención para corregir la presbicia.

Actualmente el más habitual consiste en sustituir el cristalino por una lente intraocular multifocal. Esta intervención tiene la ventaja de que elimina la catarata, es decir no supone una intervención añadida, simplemente adelanta unos años la intervención de la catarata.

Otra opción es generar una monovisión, como hemos descrito en el caso de las lentes de contacto, pero hacerlo con láser, o con lentes intraoculares, es decir dejar un ojo que vea muy bien de lejos y otro que vea de cerca. Esta opción se indica, a personas que tienen otros problemas oculares asociados y también cuando la presbicia es incipiente.