Qué vas a encontrar en este artículo

  1. Introducción
  2. Protección frente a la radiación ultravioleta
  3. Protección en determinados trabajos
  4. Cómo protegernos al practicar deportes
  5. Prevención de la sequedad ocular
  6. Protección ante el cansancio o fatiga visual
  7. Protección de la vista a través de la alimentación
  8. Prevención de enfermedades de la vista asociadas a la diabetes
  9. El tabaco como factor de riesgo de numerosas enfermedades
  10. Correcto uso de lentillas para evitar infecciones
  11. Precaución con los productos de limpieza
  12. Necesidad de dormir lo suficiente
  13. Importancia de la revisión oftalmológica anual

1.- Introducción

La OMS se ha marcado como objetivo de salud ocular, para el intervalo entre 2014-2019, “reducir la discapacidad visual evitable como problema de salud pública mundial y garantizar el acceso de las personas con discapacidad visual a servicios de rehabilitación”.

De acuerdo son sus estimaciones, hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual y de ellas, 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión, pero el 80% de todos los casos de ceguera pueden prevenirse o tratarse.

Son dos las herramientas principales para alcanzar este objetivo: la sensibilización sobre la necesidad de prevención y el diagnóstico precoz que permita la aplicación del tratamiento adecuado lo más pronto posible ya que las enfermedades oculares, como cualquier otra patología, no solo afectan a la salud sino también al ámbito social, laboral y afectivo del ser humano, mermando así a su calidad de vida.

Éstas son razones más que suficientes para aplicar a nuestro cuerpo una serie de cuidados diarios y por lo que respecta a los ojos, podemos destacar algunos consejos que nos ayudarán a preservar la salud ocular:

2.- Protección frente a la radiación ultravioleta:

Dado que la radiación ultravioleta no se limita a los meses de calor sino que está presente durante todo el año, debemos proteger nuestros ojos, tanto en verano como en invierno incluyendo, asimismo, los días que tan solo aparecen nublados.

La radiación solar es especialmente dañina para nuestros ojos y puede ocasionarnos tanto daños en párpados, córnea y conjuntiva como quemaduras en la retina o incluso la aparición temprana de cataratas o degeneración macular.  

Por ello es muy importante a la hora de elegir las gafas de sol no solo tener en cuenta la estética, sino que lo esencial es que estén homologadas y que cuenten con filtro protector frente a los rayos UVA y UVB de un 100 %..  

Esta recomendación es especialmente necesaria en niños menores de 12 años, a los que nunca hay que exponer de un modo directo al sol ya que su cristalino, que filtra la luz y las radiaciones, no se ha desarrollado por completo, es más transparente  y por tanto, deja pasar mayor cantidad de radiación. Además, su pupila es de mayor tamaño que la de un adulto y la cantidad de pigmento, que actúa como barrera protectora, es menor.

Debemos asegurarnos de que sus gafas no solo estén homologadas y cuenten con los filtros protectores mencionados anteriormente sino que además, han de adaptarse a la forma de la cara del niño y ser resistentes frente a los golpes.

3.- Protección en determinados trabajos

Hay profesiones en las que debemos utilizar gafas de seguridad para hacer frente a determinados riesgos laborales. Así, evitaremos la entrada en el ojo de polvo, virutas, astillas, etc

4.- Protección al practicar deportes

Es necesario recurrir a unas gafas que nos protejan al practicar deporte de manera que podamos minimizar riesgos oculares, ya sea por el contacto físico  o por la exposición a los rayos ultravioleta.

Asimismo, se recomienda el uso de gafas en piscinas y en el mar, pues el cloro y la sal del agua pueden producir picor, enrojecimiento e irritación en los ojos.

5.- Prevención de la sequedad ocular

Para mantener una buena salud ocular es necesario que nuestros ojos estén hidratados y sin embargo, hay factores que resecan los ojos como son la calefacción fuerte, el aire acondicionado, el polvo, el humo del tabaco o el hecho de permanecer durante mucho tiempo con los ojos fijos en una pantalla.

12 Tips para el cuidado diario de nuestros ojos

La deshidratación ocular puede producir desde las molestias típicas del ojo seco (sensación de arenilla, ardor, quemazón, irritación, enrojecimiento, lagrimeo excesivo, visión borrosa, etc) hasta lesiones en córnea y conjuntiva.

Para remediar esta sequedad son muy útiles las lágrimas artificiales, siempre recetadas por el especialista, así como ventilar las estancias y el uso de humidificadores en su caso.

6.- Protección ante el cansancio o fatiga visual:

Para prevenir la fatiga visual podemos seguir estos consejos:

Buena iluminación, tanto de las estancias como de los textos que se leen, teniendo en cuenta que la luz ha de entrar del lado contrario al que se escribe y que debemos ajustar el tamaño de la letra, en caso de ser posible, a aquella que nos resulte más cómoda para leer.

Es recomendable situar la mesa de trabajo frente a una ventana.

Nunca debemos ver la televisión o trabajar ante el ordenador a oscuras, ya que la pupila se dilata y nuestros ojos harán un sobreesfuerzo que produce cansancio e incluso problemas de graduación.

La televisión ha de verse a una distancia mínima de 2 metros y la pantalla de ordenador a unos 50 cm y alineado frente a nosotros. La postura corporal ha de ser también correcta, es decir, la espalda recta, con los pies apoyados en el suelo y los codos flexionados de modo que formen un ángulo de 90 grados.

Debemos reducir en lo posible el número de horas delante de una pantalla.

-Mientras se mantiene la vista fija en una pantalla, hay que procurar parpadear con frecuencia y por cada 20 minutos transcurridos ante el ordenador, descansar 20 segundos sin fijar la vista en nada concreto.

-En cualquier caso, debemos usar un filtro o protector de pantalla del ordenador y ajustar la intensidad del brillo para reducirla.

7.- Protección de la vista a través de la alimentación

Una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales, es esencial para cuidar y mejorar la visión.

En este sentido, existen determinadas vitaminas (A, B, C y E) así como el magnesio que son elementos básicas, porque nos ayudan a prevenir enfermedades como las cataratas y la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad).

Así pues, como alimentos recomendados podemos citar, entre otros, los tomates, la zanahoria, los espárragos, la leche, las ciruelas, los plátanos, las manzanas y naranjas, el brócoli, las coles de bruselas, las espinacas, los guisantes, los huevos o el maíz.

También debemos consumir alimentos que contengan ácidos grasos Omega-3 como el salmón, la trucha, el atún, el arenque y las sardinas.  

Se trata, en definitiva, de nutrientes esenciales para nuestros ojos, pues actúan como antioxidantes o lo que es lo mismo, retrasan el envejecimiento de las células  y por consiguiente, la pérdida de agudeza visual y la aparición de patologías oculares.

8.- Prevención de enfermedades de la vista asociadas a la Diabetes:

En pacientes diabéticos es especialmente importante mantener bajo control los niveles de colesterol y glucosa en sangre así como la Tensión Arterial, ya que un exceso de glúcidos puede originar daños en los vasos sanguíneos de la retina dando lugar a la retinopatía diabética, enfermedad que puede desembocaren ceguera.

9.- El tabaco como factor de riesgo de numerosas enfermedades:

Por lo que respecta a los ojos, el tabaco incrementa el riesgo de padecer cataratas, glaucoma o degeneración macular

10.- Uso correcto de las lentillas para evitar infecciones y complicaciones oculares:

Para una correcta manipulación de las lentillas hay que extremar la higiene y seguir la misma rutina de limpieza tanto antes como después de su colocación.

El estuche donde se guardan las lentillas ha de estar limpio y libre de bacterias, cambiando el líquido que contiene a diario.

Por otra parte, debe ser el profesional quien nos indique cuánto tiempo podemos llevar las lentillas durante el día y salvo que éste aconseje lo contrario, nunca debemos dormir con ellas puestas, porque los ojos no reciben el suficiente oxígeno y al levantarnos, podríamos sentir irritación, sequedad ocular, dificultad para extraer la lentilla (que tiende a quedarse pegada en la córnea) e incluso precisar de antibiótico por infección.

De igual modo, si usamos gafas, debemos emplear para limpiar los cristales productos de óptica especialmente indicados para este uso y no proceder en seco, ya que dañaríamos la lente.

11.- Precaución con los productos de limpieza:

El contacto de los productos de limpieza del hogar con los ojos resulta muy peligroso, pues puede ocasionar diferentes lesiones y quemaduras. Por consiguiente, hay que ser cautos a la hora de utilizar estos productos y a ser posible, recurrir a gafas protectoras.

12.- Necesidad de dormir lo suficiente:

Para mantener los ojos en buen estado, un adulto necesita dormir entre 7 y 8 horas diarias de forma que cuando el sueño es insuficiente, puede acarrear como consecuencia fatiga y estrés ocular, con manifestación de sus principales síntomas.

Además, es importante eliminar cualquier resto de maquillaje antes de acostarnos para evitar posibles infecciones y la aparición de orzuelos.

13.- Importancia de la revisión oftalmológica anual:  

Conforme vamos envejeciendo, aumenta el riesgo de padecer trastornos oculares e incluso hay enfermedades como la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad) y el glaucoma que, con frecuencia, no presentan síntomas hasta que la pérdida de visión ya es irreversible.

Por ello es fundamental tanto la revisión periódica con el especialista como la posibilidad de una detección precoz con vistas al tratamiento más adecuado, sobre todo:

  • A partir de los 40 años
  • En pacientes diabéticos, hipertensos o con niveles muy elevados de colesterol (hipercolesterolemia)
  • En aquellas personas con antecedentes familiares de patología ocular

El especialista realizará un examen completo de los ojos y de la visión para detectar posibles alteraciones visuales y en caso de ya existir un defecto de refracción (miopía, astigmatismo e hipermetropía), revisará la graduación de lentillas o gafas.

No obstante, hay que acudir al oftalmólogo urgentemente en caso de:  

  • Quemaduras, cortes, golpes y traumatismos en los ojos
  • Líquidos abrasivos que entren en contacto con los ojos
  • Aparición de una mancha central en el campo visual
  • Cambios bruscos y repentinos en la visión (disminución de la misma, visión doble o distorsionada)
  • Dolor ocular
  • Y por supuesto, en los supuestos de pérdida completa de visión