Entre un 20 y un 30% de la población sufre síndrome de ojo seco, que lo convierte en uno de los motivos de consulta más frecuentes en todas las épocas del año.
El creciente uso de pantallas y dispositivos electrónicos puede favorecer la aparición del ojo seco e incrementar las molestias.
¿Qué es el ojo seco?
El ojo seco es la consecuencia de la modificación de la película lagrimal que lubrica la superficie del ojo. Para conseguir una adecuada lubricación debe existir una cantidad de lágrima suficiente y, además, la lágrima tiene que tener una composición adecuada.
¿Cuándo se produce?
El síndrome de ojo seco se origina cuando la cantidad de lágrima es insuficiente o, aunque la cantidad sea incluso excesiva, la composición no es la adecuada.
En estos casos los párpados rozan con el ojo y, lógicamente, existen molestias y se produce la muerte de las células más superficiales de la conjuntiva, que son las que forman las lágrimas, por lo que el problema tiende a empeorar.
¿Cuáles son los síntomas y causas del ojo seco?
– Sensación de ardor, escozor o arenilla.
– Visión borrosa.
– Dificultad para leer de forma continuada.
– Ojos cansados.
– Intolerancia a las lentillas y al humo
Tratamiento del ojo seco
En los casos de ojo seco leve, que son la mayoría de los casos, se recomienda el uso de lágrimas artificiales para mejorar la lubricación como solución más eficaz.
Si el grado de sequedad es mayor, se taponan los puntos lagrimales para evitar el drenaje de la lágrima y, por tanto, aumentar su presencia sobre la córnea.
Si existen molestias intensas o un daño corneal importante producido por el déficit de la lágrima, a veces es incluso necesario aplicar colirios elaborados con la propia sangre del paciente, denominados suero autólogo.
Existen cada vez más líneas de tratamiento para paliar las molestias del síndrome de ojo seco, utilizando unos u otros tratamientos en función de la causa del síndrome. En muchas de las ocasiones se realizan tratamientos combinados, siendo siempre las lágrimas artificiales el primer escalón de tratamiento.
Como con cualquier molestia en nuestros ojos, es recomendable acudir a una revisión con el oftalmólogo para que determine cuál es el mejor tratamiento en cada caso.
Buen artículo.
Tener en cuenta que también muchos medicamentos pueden provocar la sequedad de los ojos, por lo que muchas veces la solución pasa por acudir al médico.