¿Qué es el síndrome de Sjögren?

El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmunitaria que ataca fundamentalmente a las glándulas lagrimales y salivales, provocando sequedad en los ojos y en la boca.

Esta enfermedad puede manifestarse con independencia del sexo, la raza o la edad, si bien es cierto que la mayoría de las personas afectadas por el síndrome de Sjögren son mujeres a partir de los 40 años. De las mujeres que la sufren, al menos la mitad de ellas padecen, asimismo, otra enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide o el lupus.

Los casos de síndrome de Sjögren en niños son aislados y poco frecuentes, y por lo general, manifiestan otro trastorno autoinmunitario desarrollado anteriormente.

Actualmente se desconocen las causas que originan el síndrome de Sjögren aunque se sospecha que la genética, el desequilibrio hormonal y las infecciones virales son determinantes a la hora de desencadenar la aparición de esta enfermedad.

¿A qué órganos afecta?

El síndrome de Sjögren al ser también una enfermedad inflamatoria puede dañar y producir inflamación en otras partes del cuerpo como:

  • Garganta
  • Articulaciones
  • Tendones
  • Vagina
  • Piel
  • Ligamentos
  • Músculos
  • Huesos

Asimismo, se dice que también es una enfermedad reumática asociada a menudo con otra enfermedad autoinmune como la artritis o reumatoide. Pero el síndrome de Sjögren puede incluso producir problemas en nariz, pulmones, hígados, riñones, músculos, tiroides, nervios y nódulos linfáticos.

Además, aseguran que es una enfermedad crónica (para toda la vida) y sistemática, ya que puede afectar a cualquier órgano del cuerpo y producir una sintomatología muy variada.

Síndrome de Sjögren: síntomas

Los síntomas más frecuentes son los que afectan a los ojos y a la boca.

En cuanto a los ojos, son síntomas frecuentes del síndrome de Sjögren:

  • La sequedad en la conjuntiva del ojo (xeroftalmia)
  • Sensación de quemazón, arenilla o cuerpo extraño dentro del ojo
  • Dolor ocular
  • Ojos enrojecidos
  • Legañas matutinas
  • Visión borrosa
  • Mayor sensibilidad a la luz del sol (fotofobia), llegando incluso a veces a resultar difícil tolerarla.

Respecto a la boca, los síntomas más frecuentes del síndrome de Sjögren son:

síndrome de sjögren

  • Sequedad de boca por disminución en la producción de saliva (XEROSTOMÍA)
  • Labios secos, lengua enrojecida y agrietada
  • Dificultad para hablar, tragar y masticar alimentos sólidos
  • Alteraciones del sabor y disminución del sentido del gusto
  • Sensibilidad, hinchazón y enrojecimiento de encías
  • Saliva muy espesa

Los pacientes con síndrome de Sjögren también pueden referir otros síntomas como:

  • Sequedad vaginal
  • Dolor y rigidez en articulaciones
  • Inflamación de articulaciones
  • Sequedad de piel
  • Disminución en la sudoración

Las mujeres embarazadas que padecen síndrome de Sjögren, deben realizarse controles para impedir que los anticuerpos pasen al futuro bebé a través de la placenta. Si no es así, puede llegar a producir lesiones en la piel del niño e incluso problemas cardíacos al nacer.

¿Cómo afecta a las personas que padecen ojo seco?


El pasado mes de enero, la especialista Cynthia A. Matossian, diseñó un estudio para evaluar el porcentaje de pacientes positivos para unos nuevos biomarcadores del síndrome de Sjögren que contienen proteína salival, anhidrasa carbónica y proteína específica de la parótida, y que determinan si el proceso biológico es normal o patológico.

Para el estudio se tomaron muestras de sangre de 48 pacientes diagnosticados de ojo seco pero cuya sintomatología no mejoraba pese a la aplicación del tratamiento tradicional.

La finalidad primordial de este estudio era la identificación precoz de aquellos pacientes que padecen de ojo seco como parte de una patología más compleja, como es el síndrome de Sjögren, pues en estos pacientes, hay un riesgo 19 veces mayor de sufrir cáncer de los ganglios linfáticos.

Los resultados arrojaron unas cifras sorprendentes, pues el 32% de los pacientes dieron positivo para los nuevos biomarcadores del síndrome de Sjögren, el 3% fueron positivos tanto para los biomarcadores nuevos como para los tradicionales y solo un 1% dio positivo únicamente para los tradicionales (SS-A y SS-B).

Tras la realización de este estudio podemos afirmar que el ojo seco es más común de lo que se pensaba en pacientes con síndrome de Sjögren, por lo que la evaluación de los pacientes que padecen de ojo seco con estos recién descubiertos biomarcadores resulta esencial, tanto para el diagnóstico precoz del síndrome de Sjögren como para descartar otros diagnósticos erróneos.

Tipos de síndrome de Sjögren

  • Síndrome de Sjögren primario: se manifiesta solo, sin la presencia de otra enfermedad autoinmune asociada.
  • Síndrome de Sjögren secundario: aparece asociado a otra enfermedad autoinmune (artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple, etc.)

Diagnóstico del síndrome de Sjögren

La existencia de un diagnóstico precoz del síndrome de Sjögren es absolutamente fundamental, porque es la única manera de controlar la enfermedad mediante el tratamiento adecuado para que los pacientes afectados por esta enfermedad puedan mantener su calidad de vida.

Entre las pruebas más útiles que se realizan para confirmar el diagnóstico y descartar otras enfermedades podemos señalar las siguientes:

  • Historia clínica, recogida de síntomas y antecedentes clínicos.
  • Análisis de sangre
  • Revisión oftalmológica minuciosa
  • Prueba de Schirmer: mide la producción de lágrimas.
  • Tinción con Rosa de Bengala: detecta la presencia de lesiones oculares.
  • Examen bajo lámpara de hendidura.
  • Biopsia de labio.
  • Sialograma: prueba de medicina nuclear.
  • Gammagrafía de las glándulas salivales.
  • Radiografía de tórax: detecta si hay inflamación de los pulmones.
  • Analítica de orina: determina si hay afectación en los riñones.

Síndrome de Sjögren: tratamiento

El tratamiento depende de los órganos afectados, pero puede incluir algunas de estas recomendaciones:

  • Revisiones oftalmológicas periódicas
  • Empleo de lágrimas artificiales para los ojos varias veces a lo largo del día
  • Uso regular de gotas oftalmológicas que disminuyan la inflamación
  • Utilizar gafas de sol
  • Visitas periódicas al dentista, al menos cada seis meses
  • Beber agua con frecuencia durante el día
  • Evitar alimentos y bebidas muy azucaradas
  • Correcta higiene bucal
  • Recudir la exposición al viento y evitar las corrientes de aire, etc.

Es primordial realizar una revisión anual al oftalmólogo, y en caso de presentar síntomas de ojo seco, acudir a un oftalmólogo especializado en el tema para que lo evalúe y recomiende el tratamiento más acorde a su situación.