El 31 de Mayo, como cada año desde 1987, la OMS celebra el Día Mundial sin Tabaco, instituido por la Asamblea Mundial de la Salud en dicha fecha para difundir, a nivel mundial, los efectos nocivos del tabaco.
Su consumo, según la OMS, provoca la muerte de casi 6 millones de personas por año y se calcula que para el 2013, la cifra podría llegar a 10 millones. De hecho, constituye la segunda causa de muerte tras la hipertensión.Todos conocemos las consecuencias en nuestro organismo por el simple hecho de fumar: problemas cardiacos, pulmonares, dentales y cáncer entre otros.
A todo ello debemos sumar el resultado de diversas investigaciones que demuestran la relación del tabaco con determinadas enfermedades oculares, ya que las sustancias tóxicas de los cigarrillos son transportadas por la sangre hasta los capilares del globo ocular.
Estos estudios ponen de manifiesto que los fumadores están expuestos a un mayor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el proceso de envejecimiento celular, como son las cataratas y la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad).
Además, los daños que el tabaco puede producir en la vista aparecen cinco años antes en personas fumadoras con respecto a las no fumadoras.
Como otras patologías susceptibles de desarrollarse como consecuencia del tabaquismo podemos mencionar la retinopatía diabética, neuropatías ópticas, el ojo seco e incluso el glaucoma, pues la hipertensión, las cataratas y la diabetes constituyen, en sí mismas, factores de riesgo para este grave trastorno ocular.
Son razones, más que importantes, para tomarnos la advertencia en serio. El tabaco puede traicionarnos de tal manera que nos conduzca, sin ser conscientes de ello, a la ceguera.
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