QUÉ ES LA ESTEREOPSIS

Podemos definir la estereopsis como aquel proceso que permite al ser humano poseer sensación de profundidad y percibir la distancia o cercanía de los objetos que le rodean.

Este proceso se produce gracias a lo que se conoce como disparidad retiniana o disparidad binocular que, en esencia, es la disparidad entre las imágenes ofrecidas por los ojos.

Al estar los ojos separados anatómicamente, cada uno de ellos ofrece una imagen simultánea aunque ligeramente diferente sobre un mismo objeto.

Entonces, esta doble información llega al cerebro y éste la procesa superponiendo ambas imágenes en una única imagen. De esta forma, se origina la visión tridimensional o visión en relieve.

FACTORES QUE PUEDEN AFECTAR A LA VISIÓN ESTEREOSCÓPICA

Si bien los factores que pueden afectar a la visión estereoscópica pueden ser muy dispares, podemos destacar todos aquellos factores o patologías que afecten a la correcta alineación de los ojos o a la capacidad y agudeza visual, como pueden ser:

  • Distancia interpupilar inapropiada

  • Estrabismos y forias

  • Ambliopía (ojo vago)

  • Traumatismos o lesiones, etc

CONSECUENCIAS DE UNA MALA VISIÓN ESTEREOSCÓPICA

El simple hecho de poseer una mala visión estereoscópica no solo puede ocasionar síntomas como mareo, dolor de cabeza, visión doble, visión borrosa, fatiga y diversas molestias oculares sino que, asimismo, interfiere en la realización de muchas de las actividades importantes de la vida cotidiana, tales como la conducción, la lectura, la realización de determinados deportes (tenis, tenis de mesa, esquí, esgrima, etc), el cálculo de las distancias, etc

Del mismo modo, juega un papel determinante a la hora de realizar trabajos que requieran de buena vista o de mucha precisión e incluso en los niños, puede dar lugar a serias dificultades de aprendizaje y en consecuencia, a un bajo rendimiento escolar.

MÉTODOS PARA VALORAR LA VISIÓN ESTEREOSCÓPICA

Existen diferentes métodos para valorar la visión estereoscópica pero a este respecto, destacaremos los más frecuentes:

  • Test de Timus:
    A través del uso de gafas polarizadas, el paciente observa unos objetos que poseen cierta profundidad.
    Por esta razón este test está formado a su vez, en función de la edad, por tres test:

    1. Test de la mosca: este test muestra la imagen de una mosca con unas alas translúcidas y se pide al niño que trate de atrapar dicha imagen con objeto de determinar el grado de profundidad de su visión.
    2. Test de círculos: en este test hay una lámina con nueve rombos numerados de diferentes tamaños y cada uno de ellos contiene cuatro círculos de los cuales, solo uno se muestra elevado, de forma que el niño ha de señalar cuál es el círculo que sobresale sobre el resto.
    3. Test de animales: este test tiene tres niveles y en cada uno de ellos hay una fila de animales pero solo uno de ellos está en relieve. El niño debe tratar de identificar cuál de todos ellos es.
  • Test de Dolman: en este caso se trata de dos varillas que poseen idéntico diámetro y están separadas a una cierta distancia y el paciente tiene que mover una de ellas para que queden equidistantes, es decir, a la misma distancia.

  • Test TNO: consiste en una serie de láminas que muestran objetos. Hay figuras que solo pueden ser identificadas cuando ambos ojos actúan de forma coordenada, así que el niño debe tratar de indicarlas mediante el uso de unas gafas polarizadas.

  • Test Randot: Existen varios niveles en función de la dificultad pero en todos ellos y mediante el uso de gafas polarizadas, el paciente tiene que descubrir unas formas geométricas en relieve que únicamente son visibles con estas gafas.

Dado que muchas de las patologías relacionadas con la estereopsis comienzan a una edad temprana, resulta vital el diagnóstico precoz.