Investigación revolucionaria sobre el resfriado común

Un equipo de investigadores del Imperial College London (Reino Unido) ha desarrollado una nueva molécula que, sin duda, revolucionará el enfoque terapéutico del resfriado común.

Hasta ahora, el tratamiento de esta enfermedad va dirigido tan solo a aliviar los síntomas, ya que el virus causante del resfriado común no solo posee cientos de variantes sino que además, evoluciona con muchísima rapidez y crea resistencia a los medicamentos.

Sin embargo esta investigación, dirigida por el Dr. Roberto Solari junto con el químico Edward Tate, ha traído como resultado  una molécula capaz de bloquear las distintas cepas del virus del resfriado común, impidiendo que se autoreplique.

En realidad, el equipo se hallaba trabajando con el parásito que causa la malaria cuando descubrió esta estructura molecular, bautizada como IMP-1088. El nuevo medicamento no va dirigido directamente contra el virus en sí, sino que actúa sobre una proteína (NMT) que se encuentra en las células humanas. Los virus del catarro común necesitan esta proteína para construirse un caparazón, a modo de escudo o cápside, con el que protegen su material genético cuando invaden las células. Sin esta proteína, los virus no pueden crear copias de sí mismos.

La revista “Nature Chemistry” ha publicado este importantísimo hallazgo que, en palabras del Dr. Solari, “es la primera etapa de un largo viaje”.

El equipo espera poder realizar el ensayo con animales y, posteriormente en humanos. De hecho, está planteándose crear una versión que pueda inhalarse para que llegue a los pulmones del paciente cuanto antes.

Esto es de vital importancia para aquellas personas que ya padecen asma, bronquitis u otras afecciones respiratorias previas pues en estos casos, un simple resfriado puede traer consigo complicaciones graves.

Resfriado común y su relación con los problemas oculares

Por lo demás, los virus causantes de las infecciones respiratorias también pueden causar otras enfermedades, incluidas las oculares y, en este sentido, serían capaces de provocar desde una simple conjuntivitis vírica, caracterizada por una leve inflamación de la conjuntiva, hasta una queratoconjuntivitis, en la que ya hay una infección de mayor gravedad que afecta tanto a la conjuntiva como a la córnea.

En conclusión, el trabajo de estos científicos abre una nueva puerta para combatir el resfriado común y por ende, otras patologías víricas, entre ellas, las oculares.