Hoy, como cada 14 de noviembre de cada año, se celebra el Día Mundial de la Diabetes. Esta enfermedad la padece ya en España un 14% de la población. Esta cifra, según la Fundación para la Diabetes se verá incrementada de forma considerable en los próximos años debido a los malos hábitos alimenticios y al sedentarismo adoptado en un gran porcentaje de la sociedad.

La diabetes es la segunda causa más frecuente de ceguera en las sociedades industrializadas después de la degeneración macular asociada a la edad y la primera entre personas de 20 a 65 años. Esta enfermedad obliga a quien la padece a vigilar de forma continua su estado de salud y a extremar los cuidados de distintas dolencias desarrolladas en algunas partes de su cuerpo. En el caso de los ojos, los diabéticos tienen mayor probabilidad de padecer distintas enfermedades oculares:

Glaucoma
– Cataratas
Neuropatía focal

A las retinopatías que padecen las personas afectadas por esta enfermedad se les llama retinopatías diabéticas y se generan por el daño que sufren los vasos sanguíneos del ojo. Si estos vasos sanguíneos se hinchan o se obstruyen pueden terminar rompiéndose dejando escapar la sangre y produciendo manchas oscuras y problemas severos en la visión del diabético.

Además, los diabéticos son más proclives a desarrollar cataratas y hasta un 50% más tendentes a padecer glaucoma.

Consejos y cuidados para los ojos diabéticos

Para prevenir que estas enfermedades puedan desarrollarse en el ojo del diabético es imprescindible que éste mantenga hábitos de vida saludables. Así, fumar, llevar una vida sedentaria y alimentarse de forma desequilibrada potencian la aparición de las retinopatías.

Además, el control periódico del nivel de azúcar en sangre es imprescindible para evitar la aparición de estas enfermedades oculares y para tratarlas de forma temprana en el caso de que ya se hubiesen desarrollado.

Solución médica

Si estas enfermedades se acaban desarrollando en el ojo, la solución médica es bastante eficaz. Los especialistas estudiarán con detenimiento cada caso procediendo a la realización de una cirugía láser, al reemplazo del gel interno del ojo (vitrectomía) o a la inyección de fármacos dentro del mismo.