Lo que para la gran mayoría de nosotros no constituye problema alguno y forma parte de nuestra vida cotidiana, como puede ser cruzar una calle o conducir con el semáforo a nuestro favor, para un pequeño porcentaje de la población supone una tarea imposible de realizar por ser daltónicas.

El daltonismo es una anomalía visual consistente en la dificultad para distinguir los colores (discromatopsia).Esto se produce cuando uno de los tres tipos de conos, que son las células de la retina encargadas de percibir cada uno de los tres colores primarios (azul, verde y rojo), falta o no funciona correctamente.

De acuerdo con la OMS, es una afección hereditaria recesiva ligada al sexo, de forma que son pocas las mujeres que lo padecen. En cambio, 1 de cada 100 hombres sufre esta enfermedad en mayor o menor grado.

La explicación es muy sencilla, se transmite por el cromosoma X. Como el hombre sólo tiene uno de estos cromosomas, basta con que éste presente esta anomalía para padecerla. En el caso de las mujeres, como tienen estos dos cromosomas sólo aparecerá el trastorno cuando ambos lo transmitan. Si sólo lo hace uno de ellos, tan sólo será portadora.

Cuando el daltonismo es causado por una enfermedad que daña el nervio óptico o a la retina o incluso por un traumatismo o un medicamento, se habla de “daltonismo adquirido” aunque estos casos son muy poco frecuentes.

Existen varios tipos de daltonismo en función del cono afectado.

Los dicromáticos son personas que poseen dos tipos de conos en vez de tres y se clasifican en protanopes, (personas insensibles al color rojo), deuteranopes (insensibles al color verde) y tritanopes (insensibles al color azul), si bien este último grupo es poco habitual.

La gran mayoría de daltónicos son tricomáticos anómalos, es decir, tienen los tres tipos de conos pero perciben los tonos de los colores alterados.

La forma más grave de daltonismo es la acromatopsia (incapacidad para ver color alguno) y suele ir acompañada de otras alteraciones visuales como pueden ser, entre otras, la ambliopía (ojo vago) o el nistagmo (movimientos involuntarios de los ojos).

Entre las pruebas que se realizan para detectar el daltonismo se encuentra el “test de Ishihara”, donde se pedirá al paciente que reconozca números y objetos formados por puntos coloreados y rodeados de otros puntos de distintos colores

En definitiva, no se trata de una alteración visual grave pero puede resultar peligrosa si quien la padece no es consciente de ello, por lo que ante cualquier mínima duda, es conveniente consultar con el especialista.