Ya sea por motivos de trabajo o por otros distintos, un gran porcentaje de la población sufre molestias y cansancio ocular causados por las pantallas de ordenador, pues estas requieren de una concentración y atención especiales que obliga a los ojos a ejercer una actividad muscular constante.

Los principales síntomas de fatiga ocular son los siguientes: oculares (sensación de arenilla, ardor, enrojecimiento, pesadez, tensión, sequedad), visuales (visión borrosa, sombras oscuras, lagrimeo, visión doble, fotofobia, cambios en la percepción del color), musculares (rigidez y dolor en hombros, cuello, espalda, brazo, muñeca y mano) y generales (dolor de cabeza, migrañas, náuseas, vértigo, ansiedad).Pueden influir tanto factores individuales (edad, estado de salud, defectos refractivos mal corregidos, ingesta de determinados medicamentos…) como ambientales y ergonómicos (mala iluminación y ventilación, escasez de pautas, resolución de la pantalla con excesivos reflejos y brillos…).

Sin embargo, se pueden seguir una serie de recomendaciones para mejorar la salud visual.

Así, en cuanto al entorno del trabajo, hay que procurar una correcta climatización y suficiente luminosidad sin ser intensa, evitando el humo del tabaco y los reflejos de ventanas y cortinas, con preferencia por colores suaves y mates para las paredes.

En la organización del trabajo se recomienda aumentar la frecuencia del parpadeo, pautas de descanso de 10 minutos por cada hora de trabajo ante el ordenador, cambios de posición y alternar con tareas que no precisen fijar la vista en la pantalla.

Y respecto al puesto de trabajo, ha de utilizarse un sillón ergonómico, una pantalla con buena resolución y contraste y a ser posible, con filtros antirreflectantes teniendo en cuenta que su borde superior debe estar a la altura de los ojos del usuario, con un ángulo de 30º y a unos 50-70 cm de distancia.

En cualquier caso, siempre será conveniente la consulta al oftalmólogo para una revisión completa de la vista.

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