El cuerpo humano conforma un engranaje cuyas piezas encajan perfectamente, si bien, para cumplir su misión, necesita de un combustible que se denomina glucosa. Ésta es, pues, la principal fuente de energía de nuestro organismo. Entra en el cuerpo con los alimentos y a su vez, penetra en las células gracias a la intervención de la insulina, segregada por el páncreas.

Pero si dicho órgano no produce insulina, la produce en cantidad insuficiente o es de calidad inferior de forma que las células no la identifican, se produce un aumento significativo de azúcar en sangre provocando un trastorno metabólico conocido como Diabetes Mellitus.

Es una enfermedad que de no controlarse, puede ocasionar complicaciones oculares graves, como es el caso de la retinopatía diabética, que se caracteriza por alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina y posible engrosamiento de la misma. A veces se estimula el crecimiento de más vasos para tratar de suplir la falta de aporte sanguíneo. Es la causa más frecuente de ceguera en adultos en edad laboral (entre 18 y 65 años).

Puede desarrollarse durante años sin ser detectada por el propio paciente y cuando aparecen los síntomas, en una fase avanzada, la lesión en los ojos ya es severa. De ahí la importancia de un diagnóstico precoz. Para ello son elementos clave el control estricto del azúcar en sangre, de la presión arterial y del colesterol, dejar de fumar y revisiones oftalmológicas periódicas que incluirán, sin lugar a dudas, un examen del fondo de ojo anual y en caso de ser necesario para visualizar los vasos sanguíneos, una fotografía de la retina o angiografía con fluoresceína.

El tratamiento no siempre devuelve la vista perdida pero tratará de impedir el empeoramiento de la situación. En presencia de neovasos se procede a la fotocoagulación con láser. En estados más avanzados, se acude a la cirugía (vitrectomía) para solucionar hemorragias vítreas o desprendimientos de retina.

Como complemento a estas principales líneas de actuación, cada vez adquieren mayor relevancia las inyecciones intravítreas y así, en el Congreso Internacional de Retina celebrado en Barcelona el 3 y 4 de junio del presente año, los especialistas destacaron la eficacia de nuevos fármacos en el interior del ojo, como el Lucentis o el Avastin.

La Sociedad Española de Retina y Vitreo (SERV) advierte que más de dos millones de españoles presentan enfermedades de la retina y corren el riesgo de quedarse ciegos y en Novovisión no podemos pasar por alto esta realidad.

Permítenos examinar tus ojos para excluirte de dicha estadística.

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