La retinopatía diabética es la complicación ocular de la diabetes, causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina (el fondo de ojo). Estos vasos sanguíneos debilitados pueden dejar salir líquido o sangre, formar ramas frágiles, y agrandarse en ciertos lugares. Cuando la sangre o líquido que sale de los vasos lesiona o forma tejidos fibrosos en la retina, la imagen enviada al cerebro se hace borrosa. Los pacientes que han padecido diabetes por largo tiempo corren gran riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes, el próximo 14 de noviembre, el Dr. Javier Paz Moreno, Oftlamólogo en Clínica Novovisión, nos explica un poco más sobre la retinopatía diabética. Alrededor del 60% de los pacientes de 15 años o más de evolución presentan vasos sanguíneos dañados en los ojos. La retinopatía diabética es una causa frecuente de ceguera entre los adultos. Se calcula que los pacientes diabéticos tienen 25 veces más probabilidades de ceguera que los no diábeticos.
Internacionalmente se clasifica a la Retinopatia Diabética (RD) en 6 grados (Global Diabetic Retinopathy Project Group – GDRPG) desde el grado 1 con aquellos pacientes sin RD aparente, hasta el grado 6: la RD proliferativa que es la responsable de los déficit visuales más severos, ya que sin tratamiento puede conducir a hemorragias vítreas, desprendimiento de retina o glaucoma neovascular.
En cualquiera de estos estadios puede aparecer el edema macular diabético como complicación asociada, siendo este Edema Macular Diabético la causa más frecuente de disminución de la agudeza visual en estos pacientes.
- ¿Cuales son los tipos de retinopatía diabética?
Existen dos tipos:
1) Retinopatía no proliferativa: está considerada como etapa inicial de la retinopatía diabética. Los vasos sanguíneos localizados dentro de la retina presentan cambios; algunos disminuyen de tamaño y otros se agrandan y forman sacos en forma de globos que obstruyen la circulación de la sangre. Estos vasos sanguíneos gotean y sufren hemorragias. En estas circunstancias, la retina se hincha y/o se forman depósitos llamados exudados.
En algunos pacientes, el líquido exudativo se deposita en la mácula. Esta es la porción central de la retina, que permite la visión central. Las imágenes de objetos situados directamente al frente, la lectura y el trabajo detallado pueden volverse borrosos y la pérdida de la visión central puede convertirse en una ceguera legal. La retinopatía no proliferativa es una señal de peligro; puede avanzar a etapas más graves y dañar la visión.
2) Retinopatía proliferativa. Este tipo comienza de la misma manera que la no proliferativa, pero además, hay neoformación de vasos sanguíneos en la superficie de la retina o del nervio óptico. Estos nuevos vasos sanguíneos, de gran fragilidad, pueden desgarrarse y sangrar dentro del humor vítreo, que es la sustancia transparente y gelatinosa que llena el centro del globo ocular. Si la sangre vuelve opaco el humor vítreo que generalmente es transparente, se bloquea la luz que pasa hacia la retina, y las imágenes se ven distorsionadas. Además, el tejido fibroso que se forma a partir de la masa de los vasos sanguíneos rotos en el humor vítreo puede estirar y retraer la retina, desprendiéndola del fondo del ojo. Los vasos sanguíneos pueden también formarse en el iris y causar aumento de la presión ocular, causando severas pérdidas de la visión.
- ¿Cómo prevenir la retinopatía diabética?
En todos los estadios de la retinopatía diabética es esencial el adecuado control endocrinológico por lo que insistiremos fundamentalmente en el control del azúcar o glucemia, hemoglobina glicosada, microalbuminuria en orina, así como de otras patologías asociadas relacionadas con su estado cardiovascular como la hipertensión arterial, sobrepeso, lípidos, y función renal. Asimismo se recomendará al paciente dejar de fumar.
Desde el punto de vista oftalmológico, la prevención de la ceguera por retinopatía diabética pasa por la realización de revisiones periódicas del fondo del ojo de los pacientes diabéticos de manera que las formas con gran riesgo de pérdida visual puedan ser diagnosticadas precozmente y tratadas a tiempo y si existe un desarreglo metabólico importante nuestro control ocular deberá ser más estricto.
- ¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento más significativo consiste en usar láser para cerrar o fotocoagular los vasos sanguíneos que gotean. Si la retinopatía diabética se descubre pronto, la fotocoagulación con láser puede detener el daño.
En el caso de que el humor vítreo esté lleno de sangre se procede a realizar una vitrectomía, el humor vítreo lleno de sangre se extrae del ojo y se reemplaza por una solución artificial transparente.
Recientemente se esta inyectando dentro del ojo sustancias antiangiogénicas que favorecen la disminución del edema y el cierre de los vasos neoformados, que son los responsables de los sangrados.
El éxito en el tratamiento de la retinopatía diabética no depende solamente del descubrimiento precoz, la vigilancia y el tratamiento por parte del oftalmólogo, sino también de la actitud y cuidado propio del paciente. Se deben tomar todos los medicamentos y cumplir con la dieta recomendada para controlar la diabetes.
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